Desde hace más de 10 años la comunidad internacional espera que, en el contexto del examen periódico universal (EPU) y de otros procedimientos, Cuba cumpliera sus obligaciones en materia de derechos humamos.  

Hasta la fecha, se han realizado dos ciclos del EPU. Cuba fue examinada en 2009, se comprometió a recibir a los relatores temáticos, pero hasta hoy no se ha concretado ninguna visita.

En 2013 aceptó incrementar la cooperación constructiva y positiva con los procedimientos especiales de las Naciones Unidas y sus mecanismos e instrumentos.

Su posición contradictoria y confusa le ha facilitado evadir sus obligaciones y compromisos internacionales en materia de derechos humanos.

Aseguró que invitaría a los relatores de Naciones Unidas, al tiempo advirtió que preservaban su capacidad soberana de invitar, según lo considerara oportuno, a uno u otro titular.

Su astucia le ha permitido influenciar al Consejo de Derechos Humanos, para evadir su responsabilidad y evitar ser declarado internacionalmente, como país violador de derechos humanos.

Ha sido miembro del Consejo de Derechos Humanos por varios mandatos desde su creación, y lo ha presidido.