Cubalex asistió a integrantes del Movimiento San Isidro (MSI) en la presentación de recursos de Hábeas Corpus a favor de Luis Manuel Otero, ante el Tribunal Provincial de la Habana.

Hasta este momento, donde se redacta el escrito de interés, el artista y líder del MSI permanece recluido en un centro hospitalario, sin justificación legal o médica que sostenga la decisión autoritaria de los funcionarios de arrastralo hasta el hospital sin su consentimiento. Según la Dirección Provincial de Salud Pública de la Habana, el ciudadano gozaba de un estado de salud que no era compatible con los 8 días en huelga de hambre y sed, indicando que no estaba deshidratado y que la inanición era voluntaria.   

El Tribunal Provincial de la Habana debe cumplir con el mandato constitucional de impartición de justicia apegado al principio de legalidad y emitir un fallo que evite daños irreparables para la vida de Luis Manuel Otero Alcántara. Cubalex exhorta a sus jueces a iniciar procedimientos penales contra los agentes del Estado y particulares que en contubernio con las autoridades, han violentado sistemáticamente sus derechos y le han provocado daños y sufrimiento. De los tribunales analizar y emitir un fallo que repare e indemnice por los perjuicios ocasionados al ciudadano, no estaría más que cumpliendo con su labor de impartición de justicia constitucionalmente atribuida; y por transitividad, el estado Estado cumpliría con la obligación de investigar, sancionar y reparar que tiene, en armonía con los principios y estándares internacionales.    

Desde el día 3 de abril, Luis Manuel se encontraba con vigilancia permanente en las afuera de su vivienda, lo que lo motivó, como forma de resistencia pacífica a realizar un performance el 16 del mismo mes, lo cual anunció días antes por la redes sociales. Poco después, las autoridades realizaron un acto de repudio que aprovecharon para allanar su vivienda, romper algunas de sus obras que se encontraban expuestas dentro, y decomisaron el resto. Después de Se lo llevaron detenido hasta el día siguiente 

Entre el 17 y 25 de abril resultó detenido 8 veces a menos de 100 metros de la puerta de su casa donde las autoridades tienen establecido el operativo de vigilancia para impedir su salida o la entrada de personas cercanas a él. Le suspendieron el servicio de Internet  y reforzaron el perímetro de vigilancia e impidieron la movilidad de las personas en un área de 200 metros. 

Desde el 25 de abril que tomó la decisión de colocarse en estado de inanición hasta el  de mayo, aprovechando la oscuridad de la madrugada agentes de la Seguridad del Estado  allanaron ilegalmente su vivienda. Fue hospitalizado forzosamente en el centro hospitalario Centro de Urgencias del Hospital Universitario “General Calixto García”.