De acuerdo con los estándares internacionales, la detención de un individuo está condicionada a motivos claramente definidos y regulados por la Ley. Laritza Diversent, abogada y directora de Cubalex, abordó en el programa “Empodérate cubano”, que conduce la periodista Iliana Hernández, las razones por las cuales las autoridades pueden llevar a cabo la detención de una persona, según la legislación cubana vigente. 

Foto: Captura de pantalla de la transmisión en vivo del espacio “Empodérate cubano”.

¿Qué autoridades tienen facultades para la detención? 

Laritza Diversent aclara que, de acuerdo con las normativas internacionales, únicamente aquellos funcionarios debidamente autorizados por la Ley tienen la facultad de efectuar detenciones. En el contexto cubano, la legislación establece que cuatro entidades cuentan con la capacidad para llevar a cabo detenciones: los agentes de la Policía, los instructores, el Tribunal y la Fiscalía, el resto son auxiliares. El Ministerio del Interior, por su parte, tiene la responsabilidad de llevar a cabo las investigaciones. Sin embargo, los órganos de la Seguridad del Estado tienen órganos de instrucción, lo que significa que un instructor de la Seguridad del Estado sí tiene la autoridad para detener a una persona.

La cuestión con la normativa cubana, según explica, radica en que otorga la autorización para la detención a cualquier individuo, contraviniendo así los estándares internacionales que estipulan que dicha facultad debe ser exclusiva de funcionarios debidamente capacitados. Es esencial que las autoridades cuenten, en primer lugar, con la capacidad para proteger los derechos individuales. En este sentido, “ninguna persona debe ser sometida a tortura, un derecho reconocido a nivel internacional y en la Constitución cubana, ni debe ser sometida a desaparición forzada”.

Aclara Diversent que, en cuanto a las regulaciones sobre la detención en Cuba, son notables las discrepancias entre la Ley del Proceso Penal y la Constitución. “La LPP-143/21 otorga el poder de detener a la autoridad, pero también a los ciudadanos en ciertas circunstancias. El Artículo 343 de la Ley de Proceso Penal establece que cualquier persona puede detener. Sin embargo, la Constitución, específicamente en los artículos 94 y 95, indica que solo las autoridades competentes pueden realizar detenciones”.

Para detener, los agentes del Estado tienen que estar capacitados, no pueden aplicar determinadas técnicas o procedimientos. No se les debe dar facultades de detención a cualquier persona. La propia Constitución establece que solo las autoridades competentes pueden privarte de tus derechos, explica. 

¿Cuáles son los motivos por los cuales una persona puede ser detenida en Cuba?

De acuerdo con el Artículo 341 de la Ley de Proceso Penal: “Nadie puede ser detenido sino en los casos y con las formalidades establecidas en esta Ley”. En este sentido, el Artículo 343 establece los motivos por los cuales una persona puede ser detenida: 

a) Al que intente cometer un delito, en el momento de ir a cometerlo, durante su ejecución o inmediatamente después; b) al que mediante la evasión haya quebrantado una sanción de privación de libertad, su detención, una medida de seguridad de internamiento o la medida cautelar de prisión provisional que esté cumpliendo; c) al declarado en rebeldía (Artículo 343). 

“El inciso a) se refiere al delito flagrante, cuando tú estás cometiendo el delito y te agarran en el acto, en este caso no se requiere orden de detención, porque es en el momento y las autoridades tienen que actuar. El inciso b) se refiere a la evasión de presos, cuando la persona se escapa de la estación, de un centro correccional o de la prisión. El inciso c) se refiere a la declaración en rebeldía, por ejemplo, juzgar a las personas que están fuera del territorio nacional para abrir un proceso penal. Esta persona es llamada por el Tribunal, y al no presentarse, el Ministerio del Interior llama a la persona que se presente y se procede a juzgarla en su ausencia”.  

Cuando ocurre una detención, señala Diversent, “debe quedar claro que no pueden tenerte en un calabozo si no te han mostrado una orden de detención, lo cual es una práctica muy común de las autoridades cubanas, de ahí la importancia de documentar el proceso, pues lo que no se denuncia, no existe”.  

Cada acción de las autoridades debe estar respaldada por la Ley, y en este contexto, la omisión crea discrecionalidad en manos de las autoridades, facilitando así detenciones arbitrarias y otorgando a la Policía un poder desmesurado que sobrepasa los límites legales.

¿En qué se diferencian el acta de detención y la orden de detención? 

Según Diversent, es crucial distinguir entre la orden de detención y el acta de detención. “Antes de detener a alguien, el policía o agente del Estado debe obtener la autorización de un Tribunal, un proceso conocido como control judicial de la detención. Este proceso implica que el agente de la Policía haya iniciado una investigación y determinado la existencia de suficientes elementos para proceder con la detención, solicitando autorización a una autoridad independiente e imparcial, en este caso el Tribunal. Así, se garantiza una supervisión judicial en todo el procedimiento”. 

El acta de detención, por su parte, es un documento destinado a registrar los detalles de la detención, es un requisito según el derecho internacional, especialmente en conformidad con las Reglas Mandela, que estipulan que todas las personas detenidas deben ser debidamente registradas. No se trata de una orden de detención ni de una instrucción de cargos; más bien, constituye un registro esencial para prevenir desapariciones forzadas. El registro de la hora de entrada y salida de la persona detenida es fundamental, explica. 

Además, insiste en que el acta de detención no solo actúa como un registro para proteger a las personas contra desapariciones forzadas; también establece que cualquier incidente bajo custodia policial es responsabilidad de las autoridades. En el caso de Cuba, las autoridades son discrecionales respecto al motivo de la detención, y también en la hora registrada, por lo que la persona detenida tiene el derecho de exigir la lectura del acta antes de firmar.

¿Es importante firmar el acta de detención?

Firmar el acta de detención es fundamental para garantizar la protección de nuestros derechos, señala Diversent. En caso de ser posible, “incluso bajo presión, se recomienda determinar con precisión la hora en que se llevó a cabo la detención y cuando se elaboró el acta correspondiente”.

Al respecto, Diversent aconseja que, al firmar, es importante expresar desacuerdo con el motivo de la detención -si es el caso-, “indicar si se explicó o no la razón de la detención, y describir las circunstancias en las que ocurrió para documentar posibles violaciones a las que se somete a la persona detenida. Asimismo, es crucial especificar la hora correcta de la detención al firmar, evitando dejar espacio para que puedan agregar información”.

La persona detenida tiene el derecho de exigir la entrega del acta de detención. “La negativa a firmar implica que las autoridades no presenten el acta, lo que dificulta la revisión de posibles violaciones cometidas durante el tiempo en custodia. Posteriormente, buscan testigos que confirmen la negativa a firmar, y esta información se archiva en el expediente de la fase preparatoria, sin ajustarse a la realidad”. En el futuro -apunta Diversent-, se puede obtener una copia de ese documento a través de un abogado y esto posibilita documentar las violaciones al debido proceso.