Noviembre fue un mes de intensa actividad política por parte del régimen cubano, tanto dentro como fuera de la Isla: Examen Periódico Universal en la ONU, viajes y visitas de alto nivel, firmas de acuerdos, ferias de negocios; sin embargo, posiblemente nada de esto marcó más el día a día de los cubanos que el crecimiento sostenido de hechos de violencia y el empeoramiento de la calidad de vida.

Al menos 23 asesinatos, cuatro de estos clasificados como feminicidios, fueron registrados por el equipo de monitoreo de Cubalex, más otros 33 hechos de violencia que incluyen robos, agresiones, ataques a miembros de la comunidad LGBT+ y asaltos violentos, incluidos algunos con armas de fuego. El tema de la inseguridad que escala mes tras mes, ha llegado incluso a la prensa oficialista, poco dada a tratar estos temas, que reconoció en varios trabajos el aumento de la violencia y también de los crímenes de odio contra mujeres, designados como femicidios, para no usar el término feminicidios. 

Esta situación viene de la mano con el continuo empeoramiento de la economía que en 2023 cerrará, según cifras oficiales, con un déficit fiscal del 22%, el precio de las divisas que no para de subir en el mercado informal, al igual que el de los alimentos cada vez más escasos, el Estado incumple con la entrega de los pocos productos de la canasta básica, prosigue la crisis del combustible, los apagones, los problemas con el abasto de agua y los derrumbes. Sin embargo, el régimen continúa priorizando el gasto económico en otros sectores como la apertura de hoteles o la importación de vehículos a pesar de lo deprimido en que se encuentra el sector turístico, la adquisición de lanzaderas de misiles bielorrusos con alcance que les permiten llegar al territorio de Estados Unidos, las movilizaciones en provincias para marchas “en apoyo a Palestina” o los viajes del presidente designado Díaz-Canel junto a su familia a eventos oficiales en un costoso avión rentado. 

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Informe-Noviembre-2023-1