El mes de noviembre de 2025 estuvo marcado por la profundización de la crisis de derechos humanos en Cuba, en un contexto atravesado por la represión estatal, el deterioro acelerado de las condiciones de vida y el abandono institucional. El impacto del huracán Melissa, la crisis sanitaria por arbovirosis y las violaciones sistemáticas en las prisiones confluyeron en un escenario de especial vulnerabilidad para amplios sectores de la población.
Un mes después del paso del huracán Melissa, numerosas comunidades continuaban sin acceso a servicios básicos. Se documentaron derrumbes de viviendas, daños en infraestructuras y afectaciones prolongadas en el suministro de agua y electricidad, así como denuncias de irregularidades en la gestión de la ayuda humanitaria. La respuesta estatal fue insuficiente y opaca, lo que profundizó las desigualdades y la precariedad existentes.
En paralelo, el aumento de los casos de dengue y chikungunya expuso el colapso del sistema de salud. La escasez de recursos médicos, la saturación de hospitales y funerarias y la manipulación u ocultamiento de información oficial agravaron el impacto de la crisis sanitaria, convirtiendo la falta de datos veraces en una forma adicional de violencia institucional.
La represión continúa siendo una constante. Durante el mes de noviembre se registraron 165 eventos represivos en todas las provincias del país. Estos eventos incluyeron 343 incidentes de hostigamiento, distribuidos en 42 categorías de represión. Al menos 138 personas fueron víctimas de algún tipo de violación de derechos humanos durante el período.
La situación en las cárceles fue especialmente alarmante. Decenas de personas recurrieron a huelgas de hambre como forma de protesta frente a traslados arbitrarios, celdas de aislamiento, negación de atención médica y represalias, evidenciando el uso del sistema penitenciario como herramienta de castigo y silenciamiento.
Asimismo, se registraron protestas espontáneas motivadas por los apagones, la escasez de agua, el colapso sanitario y el abandono estatal. Estas expresiones de inconformidad social fueron respondidas con mecanismos de control y castigo que confirman la criminalización del ejercicio de derechos fundamentales.
Este informe presenta un análisis del contexto social y político del país, basado en datos registrados por el equipo de monitoreo de Cubalex, que permiten identificar y comprender los patrones de represión documentados durante el mes de noviembre. Su lectura ayuda a entender cómo la represión impacta la vida cotidiana en Cuba y por qué estas violaciones no son hechos aislados, sino prácticas sistemáticas que requieren ser visibilizadas, denunciadas y sometidas a rendición de cuentas.